Peregrinación de Nuestra Señora de los Desamparados de Albardón, San Juan, Argentina a La Garnatilla.

El 18 de Marzo de 2009 tuvo lugar el Hermanamiento entre dos Pueblos estrechamente vinculados por la relación familiar. Motril y Albardón hoy son hermanos.

Esto obedece a que Albardón desde finales del siglo XIX hasta las dos primeras décadas del siglo XX acogió a gran cantidad de inmigrantes españoles procedentes de Motril. Estos inmigrantes, integrados a los nativos de Albardón, algunos descendientes de los habitantes primigenios de esta tierra como son los Huarpes, otros descendientes de de corrientes españolas mas antiguas, como también inmigrantes de otros pueblos de España y de otros países, fueron formando sus Familias, cultivaron la tierra, fundaron instituciones, en definitiva, hicieron de Albardón lo que es hoy, todo ello bajo el amparo de su Patrona, Nuestra Señora de los Desamparados, la cual lleva aproximadamente 120 años presente en el departamento de Albardón, protegiendo y bendiciendo a todos sus habitantes y a todos aquellos que nos visitan.

Por ello dentro del marco del Hermanamiento llevado a cabo con sobradas demostraciones de fraternidad entre ambos Pueblos, es que estamos convencidos de que mas allá de lo institucional y humano, ha llegado el momento de que por lo menos a un pueblo del Mundo del que emigró tanta gente y que llegó a Albardón como es Motril, llegue y permanezca eternamente, una réplica de la imagen de nuestra Patrona, a la Parroquia de San Cecilio en el anejo motrileño de La Garnatilla sellando con su presencia la integración hispano argentina.

Hemos encarado esta tarea en forma minuciosa, desde que hemos confiado la realización de la réplica, a artesanos de Albardón, que se han comprometido firmemente con ello y entregado 43 puñados de tierra obtenidos de distintos lugares religiosos del departamento, recogidos en caminatas imbuidas de oración a cada uno de esos lugares.

Hoy, nuestra ilusión es que la majestuosidad de nuestra Señora se vea acompañada de todos sus hijos a su casa española, en un viaje de Procesión donde será recibida por los hermanos de Motril, también sus hijos.

Queremos invitarlos a sumarse a este viaje de fe que partirá desde Albardón el próximo 13 de Mayo de 2010, día de Nuestra Señora de los Desamparados de Albardón.

Las almendras

Desde finales de agosto y en lo que va de mes septiembre, se esta llevando a cabo la recogida de las almendras. Este cultivo que abarcaba casi la totalidad de los terrenos de secano de La Garnatilla, se ha ido perdiendo con el paso del tiempo por su poco precio, pero si bien es verdad, que algunas familias siguen labrando, manteniendo sus fincas y recogiendo sus almendras. Aunque la totalidad de los vecinos, por estas fechas se encaminan a sus propiedades por lo menos para recoger algunas para el “gasto de la casa”, y tenerlas a la mano para preparar un buen choto, que siempre esta presente en las reuniones familiares. Y el que las no tiene un pedazo de tierra con almendros, tendrá que esperar a San Miguel, el 29 de septiembre, pues a partir de este día, se da la veda para que las almendras que se hayan quedado sin recoger, pueda cogerlas cualquiera, los llamados “rebuscadores”.

Después de la recogida, viene “descascarar” estas almendras y para esta labor las familias, vecinos y conocidos se juntan para echar una mano durante las tardes, en las que abandonan sus faenas cotidianas y durante unos días, se ayudan unos a otros, se traban conversaciones durante horas, se convive y en definitiva se conserva el espíritu de vecindad del pueblo, que nunca debemos de perder.

Visita de María Pérez Melero

María Pérez Melero, vuelve después de 50 años a La Garnatilla, pueblo del que era oriundo su padre José Pérez Pérez, acompañada de su marido José Yáñez Carillo. Este matrimonio residente en Bilbao, volvió a recorrer el pasado domingo junto a su prima Amalia Santiago Pérez, las calles, fuentes, la casa familiar, asistió a misa y visito el cementerio donde están enterados gran parte de su familia paterna. María se mostro muy emocionada por la gran cantidad de recuerdos de su niñez y en especial de su abuela Carmen Pérez Romero “Carmelica”, que le produjo la visita, así como por reencontrarse con sus raíces familiares en la exposición fotográfica que se encuentra en la Asociación de Vecinos.

Sus padres José Pérez Pérez y María Melero Escañuela, natural de Olías, se marcharon del pueblo siendo ella pequeña con destino a Aguadulce (Almería), donde residen en la actualidad el resto de sus hermanos Inmaculada, Matilde e Iluminada, mientras que su hermano José Antonio reside en Bilbao.

María pronto volverá a visitarnos, ya que el próximo año se ha comprometido a traer una foto de tu padre para la exposición, para que como ella bien dijera “quiero que mi padre este en su pueblo, con los suyos”

Baldomero Tovar Aijón

Baldomero Tovar fallecía el pasado martes 8 de septiembre, a los 77 años de edad. Baldomero había nacido en La Garnatilla el 20 de mayo de 1932, era hijo de Luis Tovar Sabio y Antonia Aijón Rubiño, tuvo dos hermanos Antonio (fallecido) y Ángeles (fallecida a los doce años de edad en 1949). Contrajo matrimonio en 1959 con Carmen Cabrera González, natural de Las Ventillas, establecieron su domicilio en la C/ La Gloria de nuestro pueblo, tuvieron cuatro hijos, José Luis, Baldomero, Ángeles y Rosario y cuatro nietos Sandra, Pepe, Raúl y Julián.

Baldomero tuvo una delicada salud en los últimos años que le obligó a pasar largas temporadas en el hospital; rodeado siempre por los atentos cuidados de los suyos afrontó con entereza y fortaleza la enfermedad.

La misa “corpore insepulto” tuvo lugar el miércoles 9, a las 19:00h en la Parroquia de San Cecilio y posteriormente acompañado por numerosos familiares, vecinos y amigos fue enterrado en el cementerio de La Garnatilla, donde descansa junto a toda su familia.

La misa funeral por el eterno descanso de su alma se celebra el próximo jueves 17 a las 20:00h en la Parroquia de San Cecilio de La Garnatilla.

Descanse en paz este buen hombre y vecino de La Garnatilla, nuestro más sentido pésame para toda su familia.

Dolores Martín Pérez

La garnatillera Dolores Martín fallecía el pasado sábado 5 de septiembre, a los 90 años de edad en la localidad de Canet de Mar (Barcelona). Dolores era hija de Antonio Martín Hodar y Dolores Pérez Vázquez, había nació en 1919 en el Cortijo de la Concha, cortijo familiar que le debe el nombre a su abuela paterna, Concha Hodar Castellano. Tuvo dos hermanos: José y Ángeles (ambos fallecidos). Dolores contrajo matrimonio con Miguel Gálvez Vázquez, vivieron en la Cortijo Galindo, donde Miguel trabajó como mulero durante años y posteriormente se trasladaron a la C/ La Gloria y de la Fuente de La Garnatilla. En la década de los 50, Miguel y Dolores junto a sus hijos Ángeles y Miguel (fallecido hace unos años), partieron para Canet, junto con las familias de los hermanos de su esposo, los Gálvez Vázquez, conocidos como los “Vivos” y la familia garnatillera de los Pérez Fernández también asentados en esta población. Dolores ha vuelto siempre que ha podido al pueblo y junto su marido y demás parientes establecidos allá siempre mantuvo el recuerdo y el cariño hacia su Garnatilla natal.

Su pueblo quiere hacerle llegar el más sentido pésame a su hija Ángeles y sus cinco nietos, tu cuñada Ana González Pérez, tus sobrinos y los vecinos de tu pueblo nunca te olvidarán.

A la tierra de mis ancestros

Hoy después de un lento despertar y un prolongado letargo, quiero dedicarte con la firmeza de la nostalgia alojando las estancias del ayer, con mis líneas revivir de sus valores y virtudes que persiste en mi recuerdo de toda la vida. Y mis recuerdos con certeza son palabras: hoy me acompaña el recuerdo encendido de mi niñez. Conecte amistades que yo creía perdidas, han cobrado una nueva fuerza. Y una vertiginosa sensación me transporta desde la ciudad donde resido, una bonita y noble población de Cataluña, me refiero a Cerdanyola del Vallés, y que a pesar de la distancia 960Km, que nos separa, me siento cerca, el pensamiento es fugaz y noble y con esa fuerza se puede navegar a destinos incalculables, en este caso me refiero a la tierra de mis ancestros, la tierra que los vio nacer, la de sus desvelos. Hoy quiero llenar el vació de mi olvido merecido en el viento de la indiferencia. Fue un derroche de amor, de lealtades y de lágrimas de emoción y alegría.
No quisiera citar a nadie porque sería injusto olvidar a otros. Mis hermanos y yo tenemos una deuda eterna de gratitud con la tierra de de nuestros ancestros, Motril y su anejo La Garnatilla.
Poblaciones nobles y leales, asentadas en la Costa Tropical de Andalucía, ciudades que nunca fueron madrastras sino una madre amparadora y agradecida. Para los que viven la vejez tiene connotaciones poco gratas o tal vez demasiado triste, que exigen contra nuestra voluntad poner lagrimas donde ayer solo había palabras, situar temblores donde en el pasado solo existía firmeza. Espero que Dios me ayude a no olvidar en el espacio que le resta a mi vida, sobre toda aquella época, en la hoy aun creo, en el mar, en las rosas, en la rectitud de los caminos.
El hombre de palabra no se revela en su palabra, sino que la lucha a través de ella. Para dar vida a la vida, Dios ha creado la palabra, y la palabra es siempre el sostén y la sangre el recuerdo. La palabra se corta en el fuego, se construye en el aire y se edifica en el cristal. Es todo y es nada, pero la palabra hoy me ha ofrecido el regreso a mi antigua alegría, a tomar con fuerza los restos de las penas antiguas. En mi mente se estaciona Motril y La Garnatilla, y de forma holográfica me acompaña el recuerdo de mis abuelos, y de mis padres en definitiva de mis ancestros: y es de pueblo grande y noble saber recordar.
Nunca tires piedras en el manantial donde has bebido: debemos ser modelo de lealtad y personas de honor, como símbolo de amor con nuestra tierra y en la nueva tierra que nos acogió sembrar nuevos horizontes. Todo por nuestros hijos, nietos y sobrinos, en fin por los niños y niñas que son el futuro, el legado más importante que podemos dejar al mundo. Un mundo marcando por los pesares, en el que debemos hacer todo lo posible por hacer una paz octaviana. Y como botes que reman contra corriente, luchar para buscar y conseguir un una digan y saludable sociedad, y por un mundo mejor.
En este inmenso océano cósmico, ensanchar caminos, con estados sociales democráticos de derecho, y que se mida por igual, con nutrido ejemplo de lealtad y que suscite el buen hacer, basado en las leyes de la caballerosidad, con ideales progresistas, actual lealtad y honor. A la escucha de los latidos de las propias conciencias
Cuando la dictadura del silencio termina y en ocasiones constituye la modesta acción humana que hace marchar las ruedas de nuestra propia historia, e impulsar las ruedas del camino.
También, es de pueblo grande y noble el saber recordar, sin omitir a sus descendientes de las familias oriundas del pueblo, la encarnación humana de la tierra. “A Motril y a su anejo La Garnatilla”

José Castillo Rubiño