lunes, 7 de septiembre de 2009

A la tierra de mis ancestros


Hoy después de un lento despertar y un prolongado letargo, quiero dedicarte con la firmeza de la nostalgia alojando las estancias del ayer, con mis líneas revivir de sus valores y virtudes que persiste en mi recuerdo de toda la vida. Y mis recuerdos con certeza son palabras: hoy me acompaña el recuerdo encendido de mi niñez. Conecte amistades que yo creía perdidas, han cobrado una nueva fuerza. Y una vertiginosa sensación me transporta desde la ciudad donde resido, una bonita y noble población de Cataluña, me refiero a Cerdanyola del Vallés, y que a pesar de la distancia 960Km, que nos separa, me siento cerca, el pensamiento es fugaz y noble y con esa fuerza se puede navegar a destinos incalculables, en este caso me refiero a la tierra de mis ancestros, la tierra que los vio nacer, la de sus desvelos. Hoy quiero llenar el vació de mi olvido merecido en el viento de la indiferencia. Fue un derroche de amor, de lealtades y de lágrimas de emoción y alegría.
No quisiera citar a nadie porque sería injusto olvidar a otros. Mis hermanos y yo tenemos una deuda eterna de gratitud con la tierra de de nuestros ancestros, Motril y su anejo La Garnatilla.
Poblaciones nobles y leales, asentadas en la Costa Tropical de Andalucía, ciudades que nunca fueron madrastras sino una madre amparadora y agradecida. Para los que viven la vejez tiene connotaciones poco gratas o tal vez demasiado triste, que exigen contra nuestra voluntad poner lagrimas donde ayer solo había palabras, situar temblores donde en el pasado solo existía firmeza. Espero que Dios me ayude a no olvidar en el espacio que le resta a mi vida, sobre toda aquella época, en la hoy aun creo, en el mar, en las rosas, en la rectitud de los caminos.
El hombre de palabra no se revela en su palabra, sino que la lucha a través de ella. Para dar vida a la vida, Dios ha creado la palabra, y la palabra es siempre el sostén y la sangre el recuerdo. La palabra se corta en el fuego, se construye en el aire y se edifica en el cristal. Es todo y es nada, pero la palabra hoy me ha ofrecido el regreso a mi antigua alegría, a tomar con fuerza los restos de las penas antiguas. En mi mente se estaciona Motril y La Garnatilla, y de forma holográfica me acompaña el recuerdo de mis abuelos, y de mis padres en definitiva de mis ancestros: y es de pueblo grande y noble saber recordar.
Nunca tires piedras en el manantial donde has bebido: debemos ser modelo de lealtad y personas de honor, como símbolo de amor con nuestra tierra y en la nueva tierra que nos acogió sembrar nuevos horizontes. Todo por nuestros hijos, nietos y sobrinos, en fin por los niños y niñas que son el futuro, el legado más importante que podemos dejar al mundo. Un mundo marcando por los pesares, en el que debemos hacer todo lo posible por hacer una paz octaviana. Y como botes que reman contra corriente, luchar para buscar y conseguir un una digan y saludable sociedad, y por un mundo mejor.
En este inmenso océano cósmico, ensanchar caminos, con estados sociales democráticos de derecho, y que se mida por igual, con nutrido ejemplo de lealtad y que suscite el buen hacer, basado en las leyes de la caballerosidad, con ideales progresistas, actual lealtad y honor. A la escucha de los latidos de las propias conciencias
Cuando la dictadura del silencio termina y en ocasiones constituye la modesta acción humana que hace marchar las ruedas de nuestra propia historia, e impulsar las ruedas del camino.
También, es de pueblo grande y noble el saber recordar, sin omitir a sus descendientes de las familias oriundas del pueblo, la encarnación humana de la tierra. “A Motril y a su anejo La Garnatilla”

José Castillo Rubiño

4 comentarios:

  1. Apreciados amigos de la Garnatilla, desde Cerdanyola del Vallés (Barcelona) muchos recuerdos y recibís un fuerte abrazo. JOSÉ CASTILLO RUBIÑO.

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  2. Todo está muy bien. Un agradecido recuerdo a la tierra que te vió crecer, donde como yo quizás aprendiste las primeras letras, la primera novia, el primer pantalón largo, después de los bombachos de la época. Pero al final hablas de una dulce utopía, la paza, algo que los que manejas los hilos de la economía y por lo tanto de la vida, parecen desear que no ocurra. El negocio de las armas les da beneficio económico y dinero y como decía un clásico de la literatura española, Poderoso caballero es Don Dinero. Muy bueno el artículo. Toca las fibras del alma. Tal vez lo sintamos distinto pero los dos queremos a Motril sin ser nuestra cuna. Mi cuna, Sevilla es una desconocida para mi a la que solo conozco por películas, fotos o videos. Pero a Motril, como tu, lo conocí recorriendo sus calle, Calle Nueva, Fina, Capuchinos, la Rambla de Majón, Plaza España, Catalanes, La Posta, etc. Nombres de lugares o personas que quedan en los vericuets de la memoria Hotel Mediterráneo, La Casita de Papel, Cuatro Caminos, Palomares, Chinchilla (donde se conseguían comestibes y bebidas como en ningún otro negocio) El Telar y su famoso muñeco Manolico, El Maajuelo etc. Un abrazo.

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  3. Amigo Antonio Peña,extensivas gracias me alegro de que te haya agradado el mencionado artículo está redactado con la mejor de las intenciones y por amor a la tierra que conozco desde mi infancia y como no, a la tierra de mis ancestros. Desde España Un abrazo y también para Argentina. José Castillo Rubiño.

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  4. Agradecimiento a la tierra de mis ancestros, como dice el refrán, hombre agradecido hombre bien nacido.

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